9 abr 2010

LAS "DANZAS NUEVAS"

En la actualidad, nos hemos visto inundados, por danzas folklóricas “nuevas”, lo que ha generado, en algunos profesores de esta disciplina, una inquietud por conocerlas y difundirlas, queda claro que estos últimos, de buena fe, han querido saber mas de estas, sin embargo, las mal llamadas danzas folklóricas “nuevas”, no son tales, es decir si son danzas y son nuevas: pero, no son folklóricas, pues no tienen las características que han señalado los estudiosos del folklore, sin embargo en este artículo no vamos a analizar ese punto, sino el otro sentido que tiene estas creaciones de pseudos folkloristas. Primero observamos que estas danzas se apoyan, sobre todo, en la teatralización de los movimientos, es decir para dar a entender supuestamente el mensaje se hace énfasis en las actitudes y actividades imitando el movimiento, vale decir se les vera: construyendo puentes, casas, cortando cañas, o haciendo algo que aluda al nombre de la danza, mientras que el resto de danzarines solo hacen movimientos y vueltas gimnásticas sin sentido o en todo caso figuran como “adorno”, aquí tenemos que entender que, si bien es cierto; la danza folklórica tiene dentro de ella algo de teatro, esta expresión figura como apoyo de la danza y no como parte principal, las investigaciones demuestran que muchos pasos de las danzas tradicionales han sido elaborados por el pueblo y se da en las danzas folklóricas y el pueblo entiende el sentido de los movimientos y así lo expresa, es decir; si quieren que vean como construyen, labran, cosechan, etc., se dará a entender así, pero no con movimientos explícitos, sino con pasos elaborados por la amplia sabiduría del pueblo y así se han ido transmitiendo hasta hoy. Sin embargo, los advenedizos inventores de danzas, evidentemente, ignorantes de lo que significa folklore, no solo se atreven a “crear” sino que desfasan las danzas, para dar idea de que el tiempo ha transcurrido, los danzarines tienen que correr al mutis y allí se cambian de pollera de otro color o de monillos y blusas o se ponen algún aditamento, para que nos “hacernos entender” que el tiempo ha transcurrido y hay una nueva fase , esto lo hacen especialmente las mujeres, mientras los que quedan en el escenario desarrollan cualquier movimiento “haciendo tiempo” y generalmente con la misma melodía o música, es decir estos cambios son al libre albedrío del interfecto, estas versiones son traídas de los cabellos, porque sabemos que el ciclo vital en el mundo andino tenia una especial connotación y las festividades se dan en función a este ciclo, por ello cuando se clasifican las danzas los estudios se hacen teniendo en cuenta este ciclo, así encontramos danzas relativas a la siembra, al recultivo, la cosecha, la separación del ganado, el bautizo, etc.Pero nunca juntas en una sola celebración, pues en ese contexto se dan, invocando a los apus, antiguamente y hoy, desde la conquista; invocando a determinados santos o virgenes que protegen justamente esa actividad.Todas estas danzas se dan en función al ciclo vital, por ello, no es casual que cuando el hispano conquistador llego a estas comarcas, al darse cuenta de la importancia de las fiestas en el incario, y que estas coincidían con las mas importantes actividades del ciclo agrícola y ganadero, ya que la economía, como sabemos, en el incario era principalmente agraria, ante esto es que se apresuran, en su tarea de conquista, a imponer o yuxtaponer las festividades católicas sobre las principales fiestas del incario haciéndolas coincidir con sus santos, vírgenes y cruces; por eso en el amplio calendario de festividades, veremos que hay danzas y música exclusivamente para estas festividades o en honor a tal o cual santo virgen o cruz. Y estas necesariamente coinciden con una gran actividad agrícola, ganadera o social, de los diferentes pueblos de nuestra patria.Esto es lo que pretenden ignorar o de veras lo ignoran los mentados inventores de danzas.Pero; por si fuera poco, estos individuos, hacen “remiendos” musicales, copian música de otros lugares que a veces no tienen relación con la fiesta o danza y le pegan música o canto de otro lugar que no corresponde a la etnia o territorio, lo que desdice su “trabajo” o “propuesta” como ellos suelen llamarlo.Entendemos que toda persona tiene una capacidad creadora ilimitada y eso debemos alentarla, pero lo que no podemos permitir es que estas personas, le pongan la etiqueta de “FOLKLORE” a sus danzas, pues sabemos que para que tenga esta categoría, evidentemente ya los clásicos estudiosos del folklore, tanto nacionales como extranjeros, han definido con claridad estas características, sentando las pautas para considerar las danzas como tales.Esta tendencia, además, no es nueva, siempre se ha dado, es en la actualidad que recobra vigencia pues se ha desarrollado de manera desmesurada, evidentemente estos señores no tendrían lugar si es que algunas instituciones que han hecho de los concursos de danzas, su forma de lograr relevancia, y que han logrado un evento con relativa fama y prestigio, atrayendo a muchas instituciones, especialmente educativas, no hubieran permitido estas tropelias, y esto es lo que analizaremos en otro articulo.A partir de estos festivales, es que han proliferado las “danzas nuevas”, que dado la fama y popularidad, por la gran publicidad en que invierten, en estos eventos, las danzas "ganadoras", sirven para que muchos “profesores” premunidos de sus video grabadoras “copien” estas danzas para inmediatamente reprisarlas tanto en la coreografía, vestuario, etc. y ponerlas en escena como primicias.De ese modo lograr contratos o alquiler de sus vestuarios, así que, imagínense si campeona en uno de los cientos de concursos de danzas escolares que se realizan en nuestra capital y provincias, estos individuos, ambos, copiadores e inventores han proliferado y hasta han elaborado. dizque monografías, editando filmaciones para poder ofrecerlas al mercado, convirtiendo la danza en una mera mercadería, ya no se trata de estudiar, investigar, rescatar y difundir se trata de “crear” y así poder lucrar.Evidentemente las causas de este “fenómeno” son otras y debemos investigarlas, pero si queremos combatir esta peligrosa tendencia que perjudica nuestro folklore, debemos tomar medidas y no solo nosotros los folkloristas, sino también las autoridades pertinentes, pues el patrimonio inmaterial, como la danza tradicional, está protegida por la ley, no por gusto ya, el Dr. José María Arguedas los denigraba incluso pedía que los encarcelaran y los llamaba delincuentes, si; así solía llamar el gran Amauta a estos traficantes del folklore, puesto que, solo hacen daño al folklore.
CREDITOS:
TO: RUBEN SUAREZ ESPINOZA - UNMSM

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